Ser o no ser masoquista... esa es la cuestión. Siempre he creído que el masoquismo subyace entre nosotros. De alguna u otra manera se esconde bajo algunas de nuestras aptitudes ante la vida. Todos tenemos algo de ello... y es que el dolor, a veces, está intimamente relacionado con el placer, o al menos eso dicen los expertos.
Si no se sufre algo, no se valora. Esto mismo pensaba esta tarde mientras veía un documental en la tele... en él unas mujeres de un clan tribal africano danzaban como llevadas por algún tipo de trance extasiado. Gritaban, giraban en círculos, se retorcían bruscamente... mientras golpeaban su espalda con ramas secas y clavos. La sangre brotaba a borbotones, pero ellas continuaban danzando, sin parar... en una explosión de dolor y deleite algo inhumano.
Al parecer la danza era religiosa. Era un baile de despedida hacia un miembro de la tribu. Bailaban alrededor de él para captar su atención, en una forma primitiva de comunicarle "mira como me duele que te vayas".
El dolor físico no les paraba. Seguían danzando, porque según explicaba el reportaje, cuánto más dolor se producían, más mostraban el amor o veneración hacia aquella persona.
Bailaban y bailaban... Mientras el "homenajeado" simulaba ignorarlas. Una actitud que en vez de generar desasosiego o pasotismo, producía el incompresible efecto de golpear aún con más fuerza las heridas de sus espaldas. Unas heridas, que parecían no producirles daño.
A veces creo que las personas somos un poco como las mujeres de aquella tribu africana. Lo que no duele, no se siente. Lo que no cuesta no se tiene en cuenta. La emoción muchas veces radica en conseguir aquello que nos costó tanto esfuerzo. El término medio, lo supuestamente virtuoso, a veces no llama nuestra atención. Si algo no da ni frío ni calor, simplemente lo ignoramos.
Yo no me considero masoquista, de hecho el pensar en la posibilidad de sentir algo de dolor físico, me aterra. Soy super débil frente al dolor, pero si es cierto, que alguna vez he tenido actitudes "masoquistas" ante determinadas situaciones. Y creo que todos, sin distinción las hemos experimentado de alguna manera.
Por poner algunos ejemplos, quién no se ha enamorado de alguien que no le correspondía, o que ya no le quería, y esperaba estoicamente a que esa persona volviera. O quién no ha soportado un trabajo que no le llenaba, o le hacía sentir mal, y aun así ha seguido día tras día luchando. Quien no lo haya hecho, que tire la primera piedra :D.
En fin, dolor y amor. Sufrimiento y recompensa. A veces las personas somos algo contradictorias. Danzamos y danzamos alrededor de nuestros sueños, sumidos en un trance doloroso, sin saber, sin pensar, sin sentir... que ese baile, en realidad, nos está dañando. Aún así, como esas mujeres de la tribu, continuamos danzado, sumidos en un éxtasis sin freno... sin saber la dirección, ni el destino de nuestros actos, esperando que llegue el día en que se hagan realidad nuestros sueños.
MASOQUISTAS
Publicado por
Missy
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10 comentarios:
Precioso post, que identificada me he sentido con lo que has escrito..un besazo enorme.
Vaya, Milady, que "profunda" te has levantado el domingo....Eso si, tienes toda la razón del mundo..... Exactamente así somos la mayoría de los humanos....
Mil besos, preciosa..........
A veces somos así.... que le vamos a hacer
Un besote
Pd. me alegra tenerte de vuelta
No parece escrito por ti pero la danza, la danza, los dolores de tobillos, los sacrificios por un centimetro de menos o esos empalaos, los crucificados...en fin, el dolor es algo cercano y tan nuestro como el placer y la risa...un abarzo
Yo he pensado muchas veces que esas tribus perdidas de la mano del hombre, son mucho más felices que el hombre supuestamente desarrollado, lo que demuestra que todos esos avances que hemos conseguido no nos han traido esa felicidad tan añorada.
Y bueno sí, sí somos un poco masoquistas, quizá está en nuestros genes aunque prefiero verlo como dices al final del post (muy bueno, por cierto), nos gusta danzar alrededor de nuestros sueños y no nos importa sufrir con tal de conseguirlos.
Sabes que me ha venido a la mente leyéndote? Un parto, eso si que es sufrir tia, masoquismo puro. Y no sólo el parto si no después, criar un hijo es muy doloroso, es sufrimiento para toda la vida pero es felicidad al mismo tiempo.
Cosas de la vida..
besos guapa
El cuento es que cuando uno siente el dolor como víctima, uno sufre pero no siente dolor. Buen texto, un abrazo desde un blog vecino.
Daniel.
he vueltooo..
muaks
Hola Missy, sólo me pasa para desearte Feliz Navidad y que lo pases bien estas fiestas. Espero que todo te vaya bien. Un abrazo :)
Feliz 2010 y que signifique tu vuelta a estos ruedos. Un abrazo.
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