BUENA SUERTE VS MALA SUERTE

Que cualquier situación malévola, es susceptible de empeorar es una realidad como otra cualquiera. Lo comprobé aquel día tiempo atrás, cuando me quedé dormida por culpa del despertador, justo ese día que tenía que dar una charla a los alumnos de quinto de carrera para contarles buenas nuevas o nuevas simplemente, sobre la vida más allá del periodismo (recuerdo que ese despiste hizo que dejara plantados a los alumnos, la comitiva profesoreril y demás entes físicos, humanos y sociales).
Lo del emporamiento también lo adiviné aquel otro día en que mientras acudía a la boda de mis tíos se me rompió el tacón y me pasé toda la boda a pata coja cual flamenco... o ese otro en que me fui en pleno agosto a la playa prometiéndome felices festejes, y los hados aliándose con mis padres me enviaron una tormenta de verano de dimensiones dantescas que me impidió salir de fiesta a los pueblos circundantes. Cómo maldecía desde el hogar, puño en alto, al grisceo cielo!!.

Sin embargo no soy la única, hay casos peores. Una amiga mía siempre se pone mala en cada nochevieja. Siempre le pasan cosas gafes (o se le rompe el tirante y se pasa la noche mediodesnuda, o le sienta mal la cena gamberil, o algun borrachuzo le tira encima copas de whisky). También conozco a otra que se fue en mayo a Marruecos y le nevó. En marzo a Estambul y le volvio a nevar, y estando en Cancún, pilló cielos nublados y tormentas caribeñas y monzónicas. Además hay por ahí otro conocido que se rompío la pierna el día de su boda.

Y diréis, pues vaya panda de gafes, jejeej, pero la verdad es que para ser justos con los hados y demas seres (elfos del bosque incluidos) no suelo ser persona de mala estrella, más bien lo contrario, suelo tener suertecilla, al menos hasta el momento... sin embargo, un último encargo laboreril que me trae preocupada, me está haciendo pensar que quizá comience el cambio de signo...

Las buenas suertes también existen. Lo sé, porque lo he experimentado en mis carnes (cmo me gusta esta palabra ahí tan dramática rollo folclórica, jaja). Recuerdo un caso, que dejó especialmente atónitos a los testigos que me rondaban por aquel entonces: En la universidad, me mandaron entrevistar a un conocidísimo director de cine español, que era casi tan inacesible o más que Michael Jackson sin burbuja de O2. Era una cuestión de sí, o sí. Si no traía esa entrevista, me suspenderían quinto, y perdería una posible beca, y la licenciatura. Osea que había que conseguirlo como fuera...

Tras hacer gurdia frente a la casa del director, seguir sus pasos, enterarme de sus hábitos diarios e higiénicos... todo parecía estar gafado. Nunca estaba en Madrid, o cuando llegaba yo, él se acababa de ir. La cruda realidad me hizo darme cuenta de que aquella era una Misión Imposible.

El plazo de entrega de la entrevista terminaba en horas, y sumida en la desesperación que te da haberlo provado todo, me dejé caer sobre la silla del que era mi curro entonces, derrotada, tocada y hundida :D. Al caer, le di sin querer a un taco de unos 200 folios que cayeron sobre mi cabeza ("lo que me faltaba", pensé... "ahora tendré que ordenarlos")... Resulta que todos cayeron al suelo...menos uno que milagrosamente se posó sobre el teclado de mi ordenador.
Esa caída extraña hizo que cogiera aquel papel y lo leyera, ¡¡era una convocatoria de prensa que decía que esa misma tarde, ese director se encontraba en un museo, dando una conferencia!!. Rauda y veloz fui allí, con mi grabadora... conseguí llegar a tiempo y milagrosamente me pude colar, también acceder a él... y finalmente le tuve solo para mí, en aquel teatro, donde le hice cerca de 20 preguntas y algunas fotografías. El resultado del trabajo... un exitazo!! me pusieron sobresaliente! :DD.

Aquello fue suerte... eso seguro. Aquello como tantas cosas... como muchas cosas que me han pasado. Como aquella vez que me logré colar en el Congreso de los Diputados sin DNI, acreditación ni siquiera abono transporte. Caso raro e insólito.

Es por eso que quizá este post sea injusto y sobre... y que tal vez como aquella vez, estas pequeñas "jugarretas" de los hados, sirvan para algo mejor, algun buen resultado con buena estrella, algun folio volando por casualidad, algun encuentro del destino, alguna llamada laboral de sorpresa inesperada... o simplemente siguiendo la teoría budista o nipona, sea ese yan necesario para el completo equilibrio...

Tal vez, quizá... :D. Ya os contaré!!!

Un besazoooo!!